
Por las venas retacadas de desidia,
Por la labia, lerda
La insolencia del invierno
y las torceduras del destino.
Por ti,
por el charco de sangre en el Bajío
y el beso con sabor a cocaína
en la trastienda
de un congal.
por aquella última carcajada
atragantada de delirio.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home